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27 de enero: Día Internacional de Conmemoración de las Víctimas del Holocausto

En 1945, las tropas soviéticas liberaron el campo de concentración y exterminio nazi de Auschwitz-Birkenau. En noviembre de 2005, 60 años después de finalizada la 2° Guerra Mundial (1939-1945), la Asamblea General de las Naciones Unidas de la ONU declara esta fecha como el Día Internacional en memoria de las víctimas del Holocausto.

Museo estatal de Auschwitz-Birkenau. / Vía Unesco.

En enero de 1933, Hitler se convirtió en Canciller de Alemania, encabezando un gobierno de coalición compuesto por grupos nazis, conservadores y católicos. En ese momento, la población judía en Alemania era de aproximadamente 566,000 personas. A pesar de que los nazis obtuvieron el 37% de los votos, los socialdemócratas y comunistas, que representaban un porcentaje similar, nunca formaron una alianza.


El régimen persiguió a millones y los trasladó a campos de exterminio. Algunos fueron asesinados y otros tuvieron que trabajar sin descanso hasta la muerte.


En la resolución, la ONU condena todas las manifestaciones de intolerancia religiosa, incitación, acoso o violencia contra personas o comunidades basadas en el origen étnico o las creencias religiosas, como también insta a los Estados Miembros a que elaboren programas educativos que promuevan las enseñanzas del Holocausto con el fin de ayudar a prevenir actos de genocidio en el futuro.


El propósito del Día Internacional en Memoria del Holocausto es doble: por un lado, sirve como una fecha para la conmemoración oficial de las víctimas del régimen nazi y por otro, para promover la educación sobre el Holocausto en todo el mundo.


El Holocausto

Inicialmente, la palabra Holocausto hacía mención a un sacrificio religioso en que se quemaba por completo a un animal. Luego de la 2° Guerra Mundial, el término resuena en la memoria colectiva de la humanidad asociada a uno de los episodios más crueles de la historia: el plan de exterminio de los judíos europeos ejecutado por los nazis.


El Holocausto es el mayor caso de genocidio de la historia y no fue producto de la brutalidad de la guerra, sino que fue un programa genocida, ideológicamente planificado y ejecutado por las autoridades alemanas. 


De acuerdo a la UNESCO, “el Holocausto no solo afectó profundamente a los países donde se cometieron crímenes nazis, sino que también repercutió en muchos otros lugares del mundo. Siete decenios después de los hechos, los Estados Miembros comparten la responsabilidad colectiva de abordar los traumas remanentes, mantener medidas que permitan una conmemoración eficaz, cuidar de los lugares históricos y promover la educación, la documentación y la investigación. Esta responsabilidad obliga a educar sobre las causas, las consecuencias y la dinámica de tales delitos, así como a fortalecer la resiliencia de los jóvenes contra las ideologías de odio. Debido a que los genocidios y otros crímenes atroces siguen ocurriendo en varias regiones del mundo, y como estamos presenciando un aumento mundial del antisemitismo y de los discursos de odio, esto nunca ha sido tan relevante”.


Los campos de concentración: la construcción del horror

Si bien la Guerra había comenzado en 1933 y el hambre, el maltrato, los fusilamientos azotaban a hombres, mujeres, niños, ancianos, para 1940 la decisión del exterminio masivo y organizado de la población judía (principalmente) se convierte en un hecho.


La cúpula nazi ordenó la construcción, a escala industrial, de Auschwitz, Belzec, Sobibor, Lublin, Treblinka y Chelmno, seis campos de concentración con cámaras de gas ocultas como grandes duchas y sus hornos crematorios destinados a recluir a los “enemigos de Alemania”.


En Polonia se construyó el campo de concentración más grande y sofisticado: Auschwithz-Birkenau. De los 6 millones de personas de religión judía que fueron asesinados por el régimen nazi, se estima que entre 1,5 y 2,5 millones pasaron por Auschwitz desde su apertura en mayo de 1940.


La liberación de Auschwitz: 27 de enero de 1945

Con el final de la Segunda Guerra Mundial, muy cerca, las tropas soviéticas llegaron a Auschwitz-Birkenau. Los soldados y los oficales alemanes habían huido imposibilitados de frenar el avance de los aliados. Al ingresar al campo de concentración, el ejército rojo se encontró con enormes fosas comunes llenas de cadáveres y más de 2000 prisioneros, que fueron liberados.


El Museo del Holocausto en Buenos Aires

Es un espacio vivencial que integra la historia del Holocausto-Shoá y sus repercusiones en la Argentina, con el objetivo de educar a las nuevas generaciones y preservar la memoria. A través de objetos, documentos y testimonios de los sobrevivientes se exhibe un recorrido que da cuenta del proceso de exterminio de seis millones de judíos a manos de la Alemania nazi.


Se ofrecen visitas guiadas, cursos y actividades educativas, con el fin de difundir la historia de la Shoá y sus consecuencias para la Humanidad, generar consciencia acerca de los peligros que conllevan las ideologías que difunden el odio, estimular los comportamientos solidarios ante el sufrimiento del otro y fomentar conductas éticas y humanitarias para prevenir futuros crímenes contra la humanidad.


Su acervo patrimonial cuenta con testimonios de cientos de sobrevivientes que lograron rehacer sus vidas en Argentina luego de la tragedia. El Museo ha sido declarado Sitio de Interés Cultural por el Congreso Nacional y por la Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.


La misión central es mantener viva la memoria, la de la Shoá. Su función es investigar, transmitir, informar, difundir y educar para concientizar a la sociedad acerca de las graves consecuencias del racismo, la discriminación, la xenofobia y el antisemitismo.


El museo tiene como visión la preservación y transmisión de la memoria de la Shoá para estimular comportamientos democráticos, éticos y solidarios a través de sus aprendizajes y trabaja sobre los valores de la memoria, la educación en la convivencia, la defensa de los derechos humanos, la valoración de la diferencia y el comportamiento humanitario. 


Seis millones de hombres, mujeres y niños judíos perecieron en el Holocausto. Y este evento no solo afectó a los países donde se cometieron crímenes nazis, sino también en otros muchos lugares del mundo, donde muchas personas también perdieron la vida.



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