Decenas de miles de personas solían cruzar a diario el puente Francis Scott Key en Baltimore para llegar a sus lugares de trabajo. Sin embargo, el colapso de la estructura ha dejado a la comunidad enfrentando nuevas dificultades, con la parálisis del transporte marítimo y terrestre en la zona.
Para muchos latinos en el área de Baltimore, el puente era una parte esencial de su rutina diaria de movimiento. Tras el trágico accidente, la comunidad se encuentra en duelo y tratando de mantener la normalidad en su día a día.
El impacto económico del accidente
El impacto económico del colapso del puente es significativo, con millones de dólares perdidos diariamente para transportistas y empresas navieras. Grandes compañías como Carnival y fabricantes de automóviles como Ford y General Motors se ven obligadas a buscar alternativas para sus operaciones. Aunque se han asignado fondos de ayuda federal y se han iniciado los esfuerzos de limpieza, se espera un largo proceso de recuperación.
Las autoridades estiman que el tiempo de transporte entre dos puntos para aquellos que solían cruzar el puente en vehículo para llegar a sus trabajos ha aumentado entre 40 minutos y una hora debido al colapso del puente.
Unidos por la comunidad
La comunidad se ha unido en un gesto solidario para respaldar a las familias afectadas, con entidades como el Círculo de Justicia Racial Latino, recaudando fondos destinados a asistir a los parientes de las víctimas. En tan solo 24 horas, lograron recolectar la suma de $98,000 dólares. Este trágico suceso ha provocado una conmovedora demostración de apoyo y solidaridad entre los habitantes de Baltimore.
El gobernador de Maryland aseguró el jueves que “las mejores mentes del mundo” estaban trabajando en planes para limpiar los escombros, sacar del canal el carguero que chocó contra el puente, recuperar los cuerpos de los cuatro trabajadores restantes que se presume muertos e investigar qué salió mal.
Con información de: www.vozdeamerica.com