El perro es un miembro que no puede faltar en toda familia. Un compañero fiel que nos brinda amor incondicional, cariño y protección. Pero hay que saber que no todos los perros tienen el mismo temperamento y para cada tipo de familia existe una raza de perro adecuada. Algunas tiendas de adopción de perros se encargan de ofrecer orientación acerca de cuál raza de perro es mejor para cada tipo de familia o para cada persona en particular.
Debemos ser conscientes de todo lo que implica la adopción de una nueva mascota, pues si bien nuestro corazón puede estar listo para brindar y llenarse de amor, es importante considerar nuestro tiempo, espacio y dinero antes de agregar un integrante a nuestra familia porque cuidar a un perro requiere de gran compromiso.
¿Qué hay que tener en cuenta para adoptar un perro? Primero que nada debemos tomarnos el tiempo necesario para tomar esta decisión, y tener en cuenta que la adopción de una mascota requiere de mucha responsabilidad, tiempo y atención.
Si queremos adoptar un cachorro, debemos saber que éstos diminutos animalitos requieren mucho tiempo, esfuerzo y amor. Necesitamos tomarnos el tiempo para enseñarlos y acompañarlos, ya que usualmente no les gusta estar solos y necesitan estar en constante compañía.
Si queremos adoptar un cachorro, debemos saber que estos animales, en crecimiento y separados de sus madres, requieren dedicación, esfuerzo y amor. Necesitamos tomarnos el tiempo para enseñarles a realizar sus necesidades afuera de la casa y seguramente romperán algunas cosas, como zapatos y libros. Conviene evitar dejar cosas a su alcance.
Una mascota precisa que le dediquemos tiempo. Si por motivos laborales y de rutina se queda en la casa solo, es indispensable que tenga paseos durante el día. El animal debe ejercitarse para gastar energía, socializar con otros animales y personas y tener una rutina fija que le aporte seguridad y disminuya la ansiedad, que lo puede llevar a destruir cosas.
Adoptar un perro ya adulto, puede ser un gran acto de amor, pero debemos saber que vamos a tener que adaptarnos nosotros a su personalidad, pues estos ya la tienen definida.
Espacio. Es sumamente necesario que cada perro tenga su espacio propio. Ellos lo necesitan y lo denunciaran de ser necesario.
Si no les ofrecemos un espacio para ellos, un lugar para dormir, para comer y para hacer sus necesidades, terminaran utilizando nuestro espacio. Lo que podrá generar disconformidades a nivel familiar.
Alimentación. Al igual que nosotros, los perros necesitan tener una alimentación diaria y balanceada.
Algunos alimentos que están bien para nuestra ingesta pueden ser perjudiciales para los perros. Por eso, lo mejor es comprarles comida específica para caninos. Es importante que la misma sea de alta calidad, ya que hay alimentos para perros que pueden causarles malestares intestinales o indigestión.
Hay que tener cuidado de no darles comida regularmente; es mucho más saludable que darles una sola comida durante todo el día, por tanto, debemos ofrecerles tres comidas diarias en una dosis fija, como mínimo.
¡Cuidado con los problemas de obesidad! Sobrealimentar a los perros puede causarles obesidad y a su vez, ésta les causará problemas de salud importantes -como problemas cardíacos o dificultades para camiar- y los hará sentirse muy incómodos.
Temperamento de cada raza. Si tenemos una familia numerosa con niños pequeños, debemos elegir una raza de perro que se amolde a nuestro núcleo. No todos los perros tienen el mismo temperamento y no a todos les gusta jugar con los niños; esto en ocasiones puede ser un gran problema si no elegimos el perro adecuado.
Las razas de perros familiares más adoptadas son: Golden Retriever, Labrador Retriever, Collie, Beagle, Bulldog francés, Pastor alemán, Terranova, Leonberger, San Bernardo.
Si estamos solos y buscamos un perro para que nos haga compañía las mejores razas pueden ser: Bulldog Inglés, Pitbull, Schnauzer, West Highland Terrier, Rottweiler, Bull Terrier, Doberman o Border Collie.