| Por Robert Murray M'Cheyne
Cristo llama a todos a recibir Su enseñanza y, a través de ella, obtener la salvación, que es el mayor regalo que se puede recibir. Esta invitación destaca la importancia de lo espiritual y eterno sobre lo material y temporal.
En el libro de Proverbios, la sabiduría personifica a Jesucristo, como se revela en varios versículos. En Proverbios 8:4, se presenta un llamado a los hombres, un mensaje que se repite en 1:23, donde Cristo promete derramar su Espíritu. Esto indica que solo Él nos ha otorgado el don del Espíritu Santo. En 8:22, se afirma que Jehová poseía a la sabiduría desde el principio, y que Cristo, como el Verbo, estaba con Dios y era Dios, y por medio de Él se hicieron todas las cosas. La sabiduría, al clamar desde los caminos y las ciudades, demuestra que su invitación es universal y accesible.
Jesús extiende su invitación a todos los rincones, desde los campos y senderos hasta las ciudades y calles, haciendo un llamado visible y urgente. Como un mercader que ofrece sus bienes, Cristo clama con gran insistencia y preocupación, ofreciendo su enseñanza por encima de riquezas materiales. Este llamado se dirige a todos los hombres sin distinción, lo cual es significativo porque no se limita a un grupo específico, sino que es un ofrecimiento universal a toda la humanidad.
El llamado de Jesús es a todos los hombres, sin excepción. Mientras que los mercaderes ofrecen sus productos a compradores específicos, Cristo invita a cada ser humano, mostrando que todos están perdidos y necesitan su salvación. El hecho de que Cristo llame a todos, tanto a jóvenes como a viejos, ricos y pobres, indica que la salvación es un ofrecimiento abierto y universal. Esta verdad destaca la magnitud de la oferta divina y la urgencia de aceptar el llamado.
Cristo ofrece su salvación de manera incondicional a toda la raza humana. La Biblia está llena de símbolos que reflejan esta oferta abierta, como la serpiente de bronce levantada por Moisés para la sanación y las ciudades de refugio disponibles para todos. Los ángeles anunciaron el mensaje de gozo para todo el pueblo, y el último llamado en la Biblia invita a todos a tomar el agua de vida sin costo. Este llamado universal demuestra que Cristo se ofrece libremente a todos, sin importar su condición previa o pasado.
El mensaje de Cristo es una invitación a todos, incluyendo a aquellos que sienten que han pecado demasiado o que no pueden arrepentirse. La oferta de Cristo no depende de la condición actual del individuo, sino de su necesidad de salvación. Aunque los hombres pueden sentirse demasiado perdidos para recibir perdón, Cristo se ofrece libremente a todos, sin importar su estado actual. Esta invitación es un llamado a todos los que están perdidos, sin importar cuán profundo sea su pecado.
La oferta de salvación de Cristo también conlleva una advertencia. Aquellos que rechazan este llamado, a pesar de haber tenido acceso a la predicación del Evangelio, enfrentan una condena más severa. La revelación de Cristo a todos implica una responsabilidad adicional para aquellos que lo rechazan. Aunque el corazón puede ser duro y resistente, la oferta de Cristo es una oportunidad para cambiar. Ignorar este llamado y no aceptar la salvación conlleva una mayor culpabilidad y condena. La decisión de aceptarla o rechazarla tiene implicaciones eternas.
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LIBRO RECOMENDADO DE LA SEMANA
La Cruz del Rey: La historia del mundo en la vida de Jesús | Timothy Keller
“Se trata de una extensa reflexión sobre la premisa cristiana histórica de que la vida, la muerte y la resurrección de Jesús constituyen el acontecimiento más importante de la historia humana y del universo, así como el principio fundamental alrededor del cual debemos organizar nuestras propias vidas.
Dicho de otro modo, la historia del mundo, y la manera en la que encajamos en él, se entiende más claramente a través de un análisis directo y detallado de la historia de Jesús. Mi objetivo es intentar mostrar, a través de sus palabras y acciones, cómo su vida da sentido a la nuestra de una forma maravillosa”.
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