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El Museo de Louvre: Lo que alguna vez fue un museo fantasma

Updated: Dec 8, 2023

El Museo del Louvre, es el museo más importante de París y del mundo. Si solo vas a visitar un museo en tu vida, tiene que ser este. Abierto al público desde 1793, cuenta con más de 380.000 objetos y 35.000 obras de arte.

Foto: Michael Fousert. Instagram: @michaelfousert

Entre las pinturas más importantes del museo se destacan las siguientes:

·La Gioconda de Leonardo da Vinci.

·La Libertad Guiando al Pueblo de Delacroix.

·Las Bodas de Caná de Veronés.


Entre las esculturas las obras más sobresalientes son:

.La Venus de Milo de la Antigua Grecia.

.El escriba sentado del Antiguo Egipto.

.La Victoria Alada de Samotracia del periodo Helenístico de la Antigua Grecia.


Antes de exhibir pinturas y esculturas famosas, el Louvre fue el hogar de los reyes y reinas de Francia. El Louvre nació como fortaleza bajo el reinado de Felipe Augusto para defender París de los ataques enemigos.


Datos adicionales:

Dirección: Rue de Rivoli, 75001 Paris, Francia.

Inauguración: 10 de agosto de 1793.

Arquitectos: Pierre Lescot, Luis Le Vau, Claude Perrault.


Historia del Museo de Louvre: La siguiente historia, pocas personas la conocen. En poco tiempo, el recinto más famoso de Francia, al igual que muchos otros, se vio afectado a causa del enfrentamiento, convirtiéndose pronto en un “museo fantasma”, sin nada original en su interior. El Museo del Louvre.


En el año 1938 debido a que la guerra contra la Alemania nazi era una realidad para Francia, se decidió comenzar el traslado de las obras de arte públicas. Los cuadros, las esculturas y demás piezas de arte dejaron atrás las galerías y los museos parisinos para ir a parar a los castillos de las campiñas como el Château de Chambord, un lugar donde se les imaginó a salvo de los ataques.


Así, en 1939 la Mona Lisa dejó atrás el Museo del Louvre en una caja marcada con tres círculos rojos para indicar que en esa caja iba una obra maestra; no fue a un castillo, su periplo la hizo parar en varios castillos, un museo y un convento. Como dato curioso, la única obra de arte que no permaneció sellada en una caja fue la obra de Leonardo, pues La Gioconda tendió a decorar las paredes de los dormitorios para asegurar su continua protección.


Para esta protección de los tesoros nacionales se necesitaron aproximadamente 600 vehículos militares para asegurar el correcto desplazamiento de las obras, las grandes dimensiones de algunos cuadros hicieron que se necesitara planificar a milímetros las rutas elegidas. Tras el éxodo máximo, el Louvre se convirtió en un museo fantasma.


Tal vez tantas medidas fueron inútiles, debido a que una vez tomada la capital, los nazis respetaron el 90% de las obras, ya que se centraron en destruir todo lo considerado arte degenerado, debido a que el objetivo de Hitler era convertir París en un destino de ocio para sus soldados. Su segundo objetivo, al conquistar dicha capital, fue el de apropiarse de las obras de arte francesas para que estas formaran parte de un plan secreto, el “Linz Museum”.


En 1940, el gobierno alemán ordenó la reapertura del museo. En septiembre de ese mismo año, el Louvre abrió sus puertas de manera gratuita para los soldados alemanes, los afortunados pasearon por las entrañas de un museo vacío, en el que se exhibían réplicas en escayola de las obras retiradas por los franceses.


Como curiosidad: J. Jaujard, funcionario que estuvo a cargo de salvaguardar las obras durante el enfrentamiento mundial, también estuvo implicado en la delegación que durante la Guerra Civil Española salvó los cuadros del Museo del Prado.


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