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El pirata que colaboró en la derrota de la Armada española de Felipe II

Updated: Nov 5, 2022

Francis Drake, navegante y explorador inglés que hostigó las colonias y los buques españoles como corsario al servicio de la reina Isabel I. Fue uno de los piratas más famosos de la historia. Su fama entre los británicos solo se puede equiparar a la leyenda de sus hazañas.

Imagen ilustrativa de Sir Francis Drake / history.com

Drake se convirtió en el primer inglés en dar la vuelta al mundo. Sus exploraciones y saqueos dieron grandes beneficios a la corona británica, sin embargo, el cómputo global de sus acciones muestra un fracaso en cuanto a lo económico, donde su mayor éxito fue en lo propagandístico. Deambulando por el Atlántico y el Caribe y capturando sus barcos del tesoro, los españoles lo llamaron «El Draque» («el dragón»).

El corsario de la reina Isabel I no remató sus expediciones con los resultados previstos.



Una vida en la mar Nacido en una familia humilde de Tavistock, en el condado inglés de Devon, Drake se embarcó en un mercante con apenas 13 años. Desde entonces, su vida estuvo ligada al mar, el medio que le brindó la gloria, el fracaso y, por último, la muerte. Drake no tardó en comprobar las opciones de enriquecerse que ofrecía la vida del marinero. Otra cosa era la legalidad o no de estas opciones, claro, pero estaban ahí. En 1564, a sus 24 años, trabajó en un barco negrero que, a la par que comerciaba con esclavos entre Guinea y el Caribe, ocupaban por la fuerza ciertas poblaciones a las que exigían un pago para liberarla. Vaya que Drake no había llegado a la treintena y ya era un experimentado pirata en toda regla que incluso había sufrido encontronazos con la armada del imperio español, la primera potencia mundial del momento. Su destreza para hacerse con un botín cuantioso y rápido no pasó desapercibida. En 1569, Drake empezó a gobernar su propia embarcación y en 1572 la reina Isabel I de Inglaterra le otorgó la patente de corso con la que tenía el permiso (casi la invitación) para atacar a los barcos y enclaves españoles.


De pirata a noble Francis Drake demostró que su experiencia en la mar no caía en saco roto. Se erigió como uno de los navegantes de mayor reconocimiento en todo el reino británico. Sobre todo, tras cruzar el Pacífico desde el sur de América y volver al puerto de Plymouth en septiembre de 1580. Drake se convirtió en el primer inglés en dar la vuelta al mundo. Sin embargo, sus intereses no iban en la misma dirección que la pionera expedición de Magallanes y Elcano, que había logrado la hazaña seis décadas antes. Drake no quiso saber nada de las especias, por el contrario, tu travesía alrededor del mundo estuvo protagonizada por multitud de saqueos a barcos y puertos españoles por el Atlántico, Caribe y el Pacífico. A su regreso a Inglaterra, la flota de cinco naves capitaneadas por Drake había reunido el excelso botín de 250 000 libras. La gesta y el botín le sirvieron para ser recibido como un héroe. Hasta ese día no había sido más que un pirata, pero en abril de 1581 la reina de Inglaterra lo nombró caballero en una ceremonia celebrada a bordo del Golden Hind, el buque insignia de Drake, atracado sobre el mismísimo Támesis. Desde entonces fue considerado un noble respetable, ostentó el cargo de alcalde de Plymouth y ocupó un asiento en el Parlamento inglés hasta 1585.


A la caza del imperio español El 24 de septiembre de 1585, Francis Drake partió del puerto de Plymouth al mando de 29 naves y alrededor de 2000 soldados, en lo que suponía la mayor armada que se había organizado hasta la fecha. Entre los patrocinadores de la empresa corsaria se encontraba la propia reina Isabel y el objetivo de su expedición era claro: causar el mayor daño posible a España. Su ofensiva no se hizo esperar. El primer ataque tuvo lugar en las costas gallegas. Hostigó varios puertos como el de Bayona y saqueó embarcaciones de ciudadanos desprevenidos. La sorpresa fue un arma vital para Drake. Se piensa que la armada británica quiso interceptar a la flota de Indias y su preciada plata de América, pero los galeones españoles ya estaban en el puerto de Sevilla para cuando los ingleses quisieron darles caza. La segunda parada de la expedición tuvo lugar en las islas Canarias. Allí intentaron hacerse con el puerto de Santa Cruz de La Palma, pero el mar jugó a favor de los españoles y la defensa empleada por los artilleros impidió que la flota británica llegara a desembarcar en la isla. Esta derrota hizo ver a Drake que debía andar con más cuidado en los ataques a puertos españoles y esta actitud precavida valdría su peso en oro (literalmente).

Antes de poner rumbo definitivo al Caribe, la flota de Drake saqueó la isla de Santiago en el archipiélago de Cabo Verde. Los víveres obtenidos fueron excepcionales, pero no fue lo único que los marineros introdujeron en los barcos. Durante la estancia en la isla, muchos se contagiaron de una enfermedad que generó toda una epidemia entre la tripulación que viajaban en aquellos insalubres barcos del siglo XVI. Más de 300 murieron antes de llegar a América. Aunque diezmados, lograron asaltar la ciudad de Santo Domingo en la isla de la Española. Ocuparon el enclave durante un mes, que solo liberarían a cambio de dos millones de pesos. Por ambición que no fuese, pero el rescate final quedó reducido a 50 000. Sacaron un rédito más interesante de su ataque a Cartagena de Indias, cuya liberación costó 500 000 pesos a las arcas españolas. Este fue un gran golpe y, con la epidemia todavía haciendo estragos entre la tripulación, decidieron abortar el resto del itinerario y regresar a Inglaterra.


Armadas desastrosas La expedición llegó a puerto británico el 28 de julio de 1586. El viaje fue un éxito propagandístico, pero en el aspecto mercantil, el botín final apenas sumaba 60 000 libras cuando llegaron a Inglaterra. No olvidemos que eran piratas. Ya sabéis: “arrasa con lo que veas y generoso no seas”. Era una décima parte de los beneficios que preveían los patrocinadores. La expedición de Drake propició el estallido de una guerra declarada entre España e Inglaterra que tuvo lugar entre los años 1585 y 1604. En este proceso bélico tuvo lugar el suceso de la “Armada Invencible” española, un fracaso naval que el propio Drake igualó al mando de la llamada “Contra armada”, con la que perdió a 3000 soldados y no logró conquistar ningún objetivo. En 1595, cuando Drake superaba los 50 años, Isabel lo mandó a repetir otra campaña contra el Caribe español. Por entonces, los puertos españoles habían aprendido de sobra la lección y una resistencia más preparada hizo inútil los intentos de Drake, que lo más importante que subió a bordo de sus barcos fue otra epidemia. Esta vez la disentería afectó a Francis Drake, que murió el 28 de enero de 1596. Todo un héroe para los ingleses, un villano terrorífico para los españoles, que acabó sus días como lo que siempre fue: un marinero cuyo cuerpo fue echado por la borda y sus restos se perdieron en el mar.


Con informaciones de: muyhistoria.es / worldhistory.org / biografiasyvidas.com


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