Puede ser que al leer estilo rústico llegue a tu mente una escena de película medieval y antigua, donde se muestran grandes castillos y cabañas forradas de piedra y pisos de barro. Sin embargo, el estilo rústico es una tendencia decorativa que ha perdurado y evolucionado a través del tiempo, ya que tiene como objetivo lograr un ambiente relajado, confortable y sobre todo acogedor.
Este estilo se ha utilizado, tradicionalmente, como la decoración de las cabañas o casas de campo a las afueras de la ciudad, pero, la vida en la ciudad y la dificultad de conectar con la naturaleza ha orientado a muchas personas a optar por este estilo decorativo en sus hogares. Hoy en día el estilo rústicova más allá de los grandes muebles de madera y chimeneas a los que estamos acostumbrados, en realidad se ha convertido en una excelente opción para conectar con la naturaleza, a través de ambientes ricos en materiales, paletas de colores más claras y toques de modernidad.
Así, en los últimos años este estilo decorativo se posiciona como uno de los favoritos en cualquier hogar y aquí te contamos las claves de este estilo.
La naturaleza dentro de casa
La primera clave del estilo rústico es traer el exterior al interior. Es decir, el uso de materiales naturales es primordial para lograr esta tendencia, mientras más rústico o natural sean estos elementos dentro de casa, mayor sensación de calidez y efecto natural.
El material principal es la madera. En el rústico tradicional se usaba la madera de pino entintada o de nogal, pero en los últimos años esto ha evolucionado al uso de maderas más claras como el encino y de haya, que se utilizan principalmente en puertas, muebles de gran tamaño, vigas de madera y carpintería en general.
Piedras y baldosas
La piedra también es parte fundamental de este estilo decorativo, dando protagonismo a los muros anchos y grandes, logrando un efecto decorativo impresionante. Las baldosas y recubrimientos que acompañan al estilo rústico generalmente son hechas a mano o de manera artesanal, dando un efecto muy natural y apreciado gracias al valor que se le da a lo hecho a mano.
Además, su uso es común en chimeneas que adornan las estancias principales, muros completos y como decoración en ciertas áreas. Aunque hoy en día también se pueden apreciar lajas, mármoles y granitos en formatos de mayor dimensión que dan un toque contemporáneo al espacio.
Una paleta de colores en tono tierra
Anteriormente era común ver un estilo rústico vivaz y atrevido, con el uso de colores vibrantes y mucho dinamismo, sin embargo esto ha cambiado. Es recomendable utilizar tonos que inspiren y recuerden a la naturaleza, por lo que en el estilo rústico actual se suelen utilizar colores neutros, marrones, verdes que evoquen a las puestas de sol y la naturaleza.
De igual forma, en el rústico tradicional los muros deslavados o con revestimientos eran característicos del estilo; sin embargo, en los últimos años se utilizan muros blancos o crudos, dando oportunidad a integrar tonos más fuertes en algunas áreas o detalles para que haga contraste con los muebles y decoración.
¿Cómo decorar el estilo rústico?
Sin duda, en el estilo rústico es imprescindible el uso de un buen mobiliario, especialmente en madera. Además, una decoración rústica no está completa si no disponemos de piezas antiguas, que hayan pasado generación tras generación, incorporar una pequeña pieza antigua proporciona mayor calidez y crea una historia del espacio que lo rodea.
Por último, agregar elementos como cestas de mimbre, piezas de cerámica, tapizados en muebles con piel y crear una combinación rica de texturas serán la clave para lograr este estilo en tu hogar. No olvides que la vegetación también es importante, un par de ramas con hojas, hojas secas y flores silvestres darán el toque final para tu decoración rústica.