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Fallece Paul Alexander, quien sobrevivió 70 años con un "pulmón de acero"

Paul Alexander, quien pasó siete décadas dentro de un pulmón de acero debido a la parálisis causada por la poliomielitis, murió el martes a la edad de 78 años, según informó su hermano.

A pesar de su discapacidad causada por la poliomielitis, Paul Alexander buscó oportunidades para aprender y crecer. / Foto: Vía Impacto News.

A pesar de la brutal enfermedad, Paul logró vivir muchos años y presenciar la erradicación de la polio en Estados Unidos en 1979. Nacido en Dallas, Texas, contrajo la enfermedad a los seis años en 1952, uno de los peores años para la polio en EE.UU., con 58 mil niños infectados.


Aunque la vacuna contra la polio fue descubierta poco después de la infección de Alexander, pasó su vida dentro de un pulmón de acero, una máquina inventada en la década del veinte que le permitió respirar. En la actualidad muy pocas personas lo utilizan, ya que fueron reemplazados por respiradores automáticos.


La historia de Paul se convirtió en un ejemplo de resistencia y lucha para personas con diversas enfermedades y dificultades en todo el mundo.


Durante un reportaje que le hizo el cineasta Mitch Summers, en 2021, Paul contó cómo fue su sensación cuando contrajo polio. “Comencé a sentirme mal cuando jugaba. Fui corriendo a mi mamá y ella me miró y dijo. ‘¡Oh, Dios mío, no mi hijo! En los siguientes 5 días perdí todo. La habilidad para moverme, mis piernas ya no me podían sostener y luego no pude respirar´”.


Los padres salieron corriendo al hospital donde le hicieron una traqueotomía de urgencia y lo colocaron acostado en una gran máquina que hasta el día martes lo mantuvo con vida durante más de siete décadas: el pulmón de acero.


¿Cómo funcionaba el pulmón de acero de Paul Alexander?

“A diferencia de los actuales respiradores que funcionan con intubación, el pulmón de acero es una gran máquina donde el paciente yace dentro acostado. La máquina ayuda a expandir los pulmones. Ayuda a expandir y contraer el pulmón, como si fuera una sopapa pegada a la piel para ayudar a respirar al paciente”, precisó a Infobae el doctor Gerardo Laube (MN 51819), médico infectólogo y profesor de la facultad de Medicina de la Fundación Barceló.


En tanto, el doctor Enrique Casanueva, (MN 55133) médico consultor del Servicio de Infectología Infantil del Hospital Universitario Austral indicó a Infobae que el pulmón de acero es una cápsula hermética que, mediante presión negativa, facilita la expansión de los pulmones y la respiración del paciente.


Paul no disfrutaba quedarse en casa viendo televisión todo el día, así que optó por estudiar. Completó tanto la primaria como la secundaria desde su hogar. Sin embargo, al intentar acceder a la universidad, se encontró con el rechazo de su solicitud debido a su discapacidad.


No obstante, su tenacidad y determinación llevaron a que la Universidad Metodista del Sur le otorgara una beca, logrando así graduarse en 1984 como Doctor en Derecho de la Universidad de Texas en Austin. Recordó con satisfacción este logro, expresando: "Por fin ocurrió algo bueno, quería ser abogado desde hace mucho tiempo", y añadió con orgullo: "Y también fui muy bueno en ello".


Como abogado litigante, Alexander representó a numerosos clientes ante los tribunales, utilizando una silla de ruedas modificada que le permitía mantenerse erguido. Además, organizó protestas por los derechos de las personas discapacitadas.


En su vejez, Paul permanecía confinado en su pulmón de acero las 24 horas del día. Sin embargo, mantenía una actitud positiva, describiendo su rutina diaria como la de cualquier otra persona: “Hago lo mismo que todo el mundo. Me despierto, me lavo la cara, me cepillo los dientes, me afeito, desayuno... Solo necesito un poco más de ayuda para hacerlo”, afirmó en esa entrevista hace 3 años.


En 2020, Paul Alexander escribió un libro titulado "Three Minutes for a Dog: My Life in an Iron Lung" (Tres minutos para un perro: mi vida en un pulmón de acero). Se tomó cinco años para completarlo, escribiendo cada palabra por sí mismo con un bolígrafo sujeto a un palo que sostenía con la boca.


Además de ser un ejemplo de vida, Alexander hizo un llamado a la vacunación contra la polio, expresando su preocupación por un posible resurgimiento de la enfermedad debido a los movimientos antivacunas.


Cuando le preguntaron sobre sus sueños, Alexander respondió: “No dejar que la polio me derrotara, sino yo derrotar a la polio. Por eso siempre quise lograr las cosas que me decían que no podía lograr y alcanzar los sueños que soñaba”.


¿Qué es la poliomielitis?

La poliomielitis, también conocida como polio, es una enfermedad incapacitante y potencialmente mortal causada por el virus de la poliomielitis o poliovirus. Este virus se transmite de persona a persona y puede infectar la médula espinal, lo que resulta en parálisis, es decir, la incapacidad para mover ciertas partes del cuerpo.


La parálisis es el síntoma más grave asociado con la poliomielitis, ya que puede llevar a discapacidades permanentes e incluso a la muerte. Entre el 2 y el 10 por ciento de las personas que desarrollan parálisis a causa del virus de la polio fallecen, debido a que el virus afecta a los músculos necesarios para la respiración. Incluso los niños que se recuperan completamente pueden experimentar nuevos síntomas, como dolores musculares, debilidad o parálisis, en la edad adulta, entre 15 y 40 años después. A este fenómeno se le conoce como síndrome postpolio.


Para prevenir la poliomielitis, existen dos tipos de vacunas disponibles:

  1. La vacuna inactivada contra el virus de la poliomielitis (IPV), que se administra mediante inyección en la pierna o el brazo, dependiendo de la edad del paciente. En los Estados Unidos, desde el año 2000, se utiliza exclusivamente la IPV.

  2. La vacuna oral contra el virus de la poliomielitis (OPV), que aún se emplea en muchas partes del mundo.

Estas vacunas preparan el cuerpo para combatir el virus que causa la polio, protegiendo así a los niños. Se estima que más del 99 por ciento de los niños que reciben todas las dosis recomendadas de la vacuna IPV estarán protegidos contra esta enfermedad.


Además de la vacunación, es fundamental practicar una buena higiene de las manos y lavarlas con frecuencia utilizando agua y jabón. Es importante tener en cuenta que los desinfectantes de manos a base de alcohol no son efectivos para matar el virus de la poliomielitis.


La historia de Paul Alexander es un ejemplo inspirador de cómo la determinación y la perseverancia pueden superar incluso los desafíos más difíciles. A pesar de las limitaciones por su discapacidad, nunca renunció a sus sueños y continuó buscando oportunidades para desarrollarse y contribuir a la sociedad.


Con informaciones de: www.infobae.com / www.cdc.gov

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