Historia del candado - Inventor y evolución
- Semanario Veritas
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El candado es uno de los objetos mƔs indispensables en nuestra vida cotidiana. Sirven para evitar que se abran cajones, para cerrar puertas y/o portones de empresas o casas para una mayor seguridad.

El candado es un cierre de seguridad de uso muy antiguo. Se cree que fueron los chinos quienes inventaron el candado, ya que de hecho, fueron ellos tambiĆ©n los que habĆan inventado la cerradura.
Es en esta cultura milenaria dónde encontramos el origen del candado. En el Antiguo Egipto el candado protegĆa del robo los objetos preciosos, ya que en aquel paĆs los ladrones estaban constituidos en cofradĆas o gremios con derechos reconocidos por el Estado.
Los candados primitivos eran artilugios sofisticados, como se deduce de los ejemplares guardados en el museo parisino del Louvre; tenĆan forma de pescado cuya cola se cogĆa con un cĆ”ncamo de hierro.
Resulta paradójico a propósito de cerraduras, cerrojos, llaves y candados, que aunque fueron pensados para dificultar la tarea a los ladrones, el robo no estuviera castigado en Egipto, donde parece que primero se generalizó el uso de la cerradura. Las autoridades egipcias consideraban el robar como actividad u oficio reconocido.
El historiador Diodoro SĆculo, del siglo I a.C., cuenta que estaban tan organizados en las ciudades egipcias que cada uno de ellos tenĆa un jefe a quien entregaba el fruto de su trabajo, y que era ese jefezuelo quien se ponĆa en contacto con el dueƱo del objeto sustraĆdo para ajustar el precio o rescate de lo robado, en caso de que se quisiera recuperar.
En Siria fueron de uso frecuente ciertos candados de inspiración griega.
También en Esparta, hacia el siglo V a.C., se consideraba el robo un negocio honorable: sólo el ladrón cogido in fraganti era castigado no por ladrón, sino por haberse dejado sorprender.
Los antiguos romanos llamaron serÔ a una especie de candado o cierre móvil para proteger las puertas de las casas, artefactos de alguna sofisticación como puede verse en la colección que guarda el londinense British Museum, procedentes muchos de ellos de tumbas romanas de los primeros siglos del cristianismo.
Los mercaderes medievales incentivaron la inventiva de cerraduras fiables que pusieran a buen recaudo sus fortunas. BaĆŗles y guardarropas, cofres y arcones se aseguraban con fuertes candados.
Se pusieron de moda los candados grandes profusa y artĆsticamente adornados, y en vez del pasador horizontal se generalizó el uso del fiador de gozne, con lo que se dificultaba a los ladrones tener Ć©xito con sus ganzĆŗas.
A lo largo de la Edad Media adquirieron su forma actual, aunque sus mecanismos eran fĆ”cilmente violables. En el siglo XIX, se habló de candados de secreto y combinación, sin llave, que se abrĆan mediante una clave formada por letras alineadas.
Candado es voz derivada del tĆ©rmino latino tardĆo catenatum= encadenado, porque antaƱo se empleaba en conjunción con una cadena en vez de cĆ”ncamo.
En documentos castellanos de 1050 se encuentra el vocablo cadnato. En el Cantar de Mio Cid, un siglo despuƩs, se escribe ya como hoy.
Fuente: https://curiosfera-historia.com/