El presidente del Congreso Nacional, Silvio Beto Ovelar, trató de justificar el miércoles la contratación de su hijo, Alejandro De Jesús Ovelar Ayala, en la Cámara de Diputados, empleando términos despectivos hacia los docentes del sistema educativo nacional. Esta declaración provocó una intensa reacción de críticas, generando incluso manifestaciones por parte de algunos docentes frente a la residencia familiar del senador en Coronel Oviedo.
Camilo Filártiga sostuvo que el presidente del Congreso confirma la incoherencia absoluta del actual Gobierno en cuanto a su discurso de austeridad y responsabilidad fiscal, ya que no tienen el menor interés de cuidar los recursos públicos y están más preocupados en garantizar a futuro el beneficio y privilegio de su entorno más inmediato.
“Completamente desafortunadas las expresiones del senador Ovelar, completamente desafortunado el hecho de que acepte y consienta que un hijo suyo sea contratado en un poder del Estado siendo él el presidente de ese poder del Estado”, manifestó.
Asimismo, dijo que evidencia también un desprecio absoluto del senador respecto de lo que es la realidad política nacional y la realidad educativa, refiriéndose de manera despectiva a docentes, a la educación pública paraguaya, y confirma la enorme distancia que existe entre la clase política llena de privilegios inmerecidos y la ciudadanía en general.
“Confirma que la clase política es una clase que accede a privilegios a los cuales amplios sectores de la población no pueden acceder y no solo eso, sino que él además lo ostenta de manera alevosa públicamente”, manifestó.
Asimismo, lamentó y condenó las expresiones del senador, siendo un alto exponente del Gobierno Nacional que demuestra que no tienen intenciones de llevar adelante las grandes transformaciones que el país necesita.
“No solo no tienen intenciones, sino que en poco más de cuatro meses están haciendo lo posible para garantizar y asegurar sus beneficios en detrimento de la población”, cuestionó.
Finalmente, sostuvo que a diario se ven parientes, amigos, hijos, esposas de la clase política, congresistas y ministros que benefician a sus entornos más inmediatos con cargos en el Estado.
La politóloga y doctora en Derecho Público y Gobernabilidad, Nilsa Maíz, cuestionó si fue un sincericidio o no lo expuesto por el senador, ya que al parecer no lo considera como tal, caso contrario ya habría ofrecido disculpas.
“Todos estamos de acuerdo en que la educación en Paraguay tiene una gran deficiencia, también estamos de acuerdo en que existen privilegios para un sector minoritario, pero no deja de ser verdad que el hecho de que alguien asista a un colegio ‘top’, si bien podría suponer una ventaja comparativa, no garantiza el éxito profesional”, remarcó.
A su vez, sostuvo que el hecho de asistir a un colegio público tampoco garantiza ningún fracaso, ya que existen muchísimos profesionales brillantes que comenzaron sus vidas académicas dando clases bajo la sombra de un árbol.
Para la politóloga, la cultura política tiene mucha importancia a la hora de analizar el actuar de los políticos, ya que mientras los ciudadanos en las redes sociales o los periodistas en los medios de comunicación se indignan por un “deber ser” que no debería ser así, los políticos juegan el partido en el terreno del “ser”, provocando que todos hablen de él, para bien o para mal.
“¿Le afectó a Ovelar aquella situación de Trato Apu’a? Nos guste o no, ahí le tenemos como presidente del Congreso por segunda vez. Para más yapa, en esta ocasión, siendo el más votado de todas las candidaturas al Senado de las últimas elecciones”, analizó.
Sobre el punto, consideró que cuando la indignación de las redes sociales se convierta en acción ciudadana, esto dejará de ser así.
“Mientras la indignación de los ciudadanos no se convierta en acciones que castiguen en las urnas, es una situación que se va a seguir dando. El pueblo tiene el arma más poderosa de la democracia: el voto”, finalizó.
Por su parte, el hijo de Silvio Ovelar, durante unas declaraciones a los medios de prensa, se calificó como una persona “idónea y con méritos” para ocupar un cargo administrativo en la Cámara de Diputados. Asimismo, no considera que su contratación sea un caso de desigualdad y defendió a su padre. Finalmente, producto de la presión mediática y de la ciudadanía, Ovelar presentó renuncia a su cargo en la Cámara.
Alejandro de Jesús Ovelar Ayala (20) tenía un sueldo G. 3.300.000 en la Cámara de Diputados y se sumaba a otros parientes ubicados en cargos públicos, como la hija del vicepresidente de la República, Montserrat Alliana, que asumió como asesora con un millonario sueldo de G. 18 millones a poco de haberse recibido del bachiller. Esto destaca la preocupación sobre prácticas de nepotismo y altos salarios en el ámbito público.
Con informaciones de: www.ultimahora.com / www.abc.com.py