El escenario político estadounidense se vuelve a encender con el anuncio del presidente Joe Biden de su disposición a debatir con su oponente republicano, el expresidente Donald Trump.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, confirmó el viernes su disposición a participar en un debate con Donald Trump, su contrincante republicano en las elecciones de noviembre. Estas declaraciones representan la posición más clara expresada por Biden hasta ahora sobre la posibilidad de un debate presidencial. Anteriormente, Biden no había comprometido su participación en un debate con Trump y había indicado el mes pasado que su decisión dependería del comportamiento del expresidente.
El anuncio de Biden se produjo en respuesta a una pregunta del locutor de radio Howard Stern y parece ser una respuesta espontánea más que un anuncio oficial planeado por su campaña. Sin embargo, esta declaración marca un cambio notable en la postura previa de Biden y responde a la presión tanto de las cadenas de televisión como de la campaña de Trump para que aceptara participar en los debates.
Trump, por su parte, respondió rápidamente a la declaración de Biden, expresando su disposición a debatir en cualquier momento y en cualquier lugar, incluso proponiendo un debate tan pronto como la próxima semana. Las dos figuras políticas debatieron dos veces en 2020, aunque Trump se retiró de un tercer debate programado después de dar positivo por el coronavirus y negarse a participar virtualmente.
En noviembre, la comisión de debates anunció la celebración de tres debates presidenciales que tendrían lugar en San Marcos, Texas; Petersburg, Virginia; y Salt Lake City y uno vicepresidencial en Easton, Pennsylvania, pero la participación de los candidatos en estos eventos ha sido objeto de escrutinio y crítica por parte de varios colaboradores cercanos a Biden.
El próximo enfrentamiento entre estos dos líderes políticos promete mantener en vilo a la opinión pública y a los observadores políticos en todo el país.
Con información de: www.nytimes.com