Puede que ya estemos hartos de leer acerca de Paraguayo Cubas y su "forma" de hacer política, aunque sí, realmente se puede hablar mucho más, aún después de su suspensión del senado. Pero como cuando las cosas dan para pensar un poco, saltan o se detectan comportamientos que me extrañan y no me extrañan a la vez, estudiando el trasfondo cultural en el que vivimos a diario.
Por Pablo Cristaldo
Es muy común entrar a los foros, vídeos, publicaciones, y encontrar la ya acuñada frase: "No era la forma", como si hubieren disponibles formas más eficientes o "políticas" de encarar la situación y esperar algún buen fruto. Y digo "política" entre comillas porque en nuestra "política", la política es lo que menos sirve. ¿O me dirán que la Guerra de la Triple Alianza "era la forma" de defender nuestra soberanía?, ¿Qué otra forma pudo haberse utilizado?, o ¿Qué me dirán de la Guerra del Chaco?, ¿era la forma?, ¿o hubieron otras?. Y ponderamos el heroísmo de los excombatientes, las calles adoptan los nombres de los héroes, y hasta tenemos fechas patrias en honor a ellos, por Decretos, donde todo para y se declaran asuetos, y nos llenan de orgullo, pero,..."¿era la forma?"
Los cristianos coincidimos en que la oración tiene mucho poder, pero en un país donde claramente somos nosotros, el pueblo, la autoridad (o al menos eso leí acerca de la democracia), un país donde deberíamos tomar cartas en el asunto, así como haríamos si estuviese a cargo nuestro cualquier otra cosa en el que la diligencia entre en juego para que funcione o no funcione la cosa, ¿Qué se supone que deberíamos hacer?
El reaccionar no siempre es sinónimo de imprudencia, es un mecanismo de defensa. La indignación forma parte del ser humano como un agente conservador y protector, no deberíamos sentirnos avergonzados por reaccionar producto de nuestra indignación, siempre y cuando no dañemos a los demás; puede que nuestra reacción no sea equivalente a la gravedad del asunto que nos indigna.
Aunque todo esto no significa que debamos quedarnos quietos mientras atentan contra nuestro sentido común. Existen formas de reclamar lo que por derecho nos corresponde, aunque haya un sector de la sociedad que condene cualquier tipo de acción de nuestra parte en pos de lo que consideramos justicia. ¿Tenemos que abrir de nuevo el diccionario, o nos quedamos en nuestra zona de confort, jugando al diplomático, acomodado en el sillón, aplaudiendo a los héroes que recurrieron a formas no formales de defender la patria, a formas que no eran la forma, acentuando tu hipocresía? ¿Cuál es tu forma?