Aunque pueda resultar difícil separarse de productos queridos, es importante recordar que todos tienen una fecha de caducidad. Los expertos explican los riesgos de usar productos vencidos, que van desde irritaciones hasta infecciones cutáneas. Es fundamental tomar en serio estas advertencias para proteger nuestra piel y nuestra salud.
Si tienes una colección abrumadora de productos de belleza, desde barras de labios hasta sombras de ojos, que has atesorado desde tu adolescencia, es hora de considerar deshacerte de la mayoría de ellos. Todos los cosméticos tienen una fecha de caducidad, y aunque puede ser difícil aceptarlo, su vida útil es mucho más corta de lo que solemos pensar. Desprendernos de esa paleta de sombras que solo usamos en ocasiones especiales o del labial rojo perfecto que solía alegrar nuestros días grises puede resultar complicado. Sin embargo, ignorar las fechas de vencimiento de los cosméticos no es una opción segura: un producto caducado no funcionará tan bien ni se aplicará en la piel de la misma manera que uno nuevo.
Mariona Vila, gerente de productos de maquillaje de Sensilis, advierte sobre los riesgos de usar productos vencidos, que van desde la proliferación de gérmenes y bacterias hasta la disminución de su seguridad. Esto puede conducir a irritaciones, erupciones cutáneas, infecciones e incluso alergias. La mayoría de los expertos coinciden en que no se debe usar ningún producto cosmético después de tres años desde su apertura.
Es importante entender la diferencia entre la fecha de caducidad del producto, que está indicada en el envase, y el período de tiempo durante el cual el producto estará en óptimas condiciones después de abrirlo, conocido como PAO (Period After Opening). Raquel González, cosmetóloga de Perricone MD, explica que mientras la fecha de caducidad se refiere al período general de vida útil del producto antes de abrirlo, el PAO indica cuánto tiempo puede estar abierto y en buenas condiciones. Este dato se representa con un símbolo de un tarro abierto seguido de un número y una "M" que indican la cantidad de meses que el producto puede durar después de abrirlo.
Si un cosmético no indica una fecha de caducidad, probablemente su vida útil sea superior a 30 meses. Sin embargo, es esencial prestar atención a ciertas señales que indican que un producto ha caducado, como cambios en su textura, color o aroma, o la separación de ingredientes. Utilizar un cosmético caducado puede provocar efectos no deseados en la piel, ya que los ingredientes pueden oxidarse o desestabilizarse, lo que puede causar irritaciones o alergias.
Para prolongar la vida útil de los productos de maquillaje, es recomendable almacenarlos en un lugar fresco y seco, lejos de la humedad. Además, es importante limpiar regularmente las brochas y esponjas con un antiséptico o jabón para evitar la proliferación de bacterias.
Guía de productos según su caducidad
Base de maquillaje
La duración típica de una base de maquillaje es de seis meses a un año. Mariona Vila, de Sensilis, advierte sobre los riesgos asociados con el uso de bases caducadas, como el mal olor y una textura anormal al aplicarlas. Explica que las bases contienen ingredientes que tienden a separarse cuando caducan, lo que puede provocar obstrucciones en los poros si se continúa usando el producto. Esto puede conducir al llamado "acné cosmético", que se produce cuando los poros están obstruidos y las bacterias crecen en la piel. Es crucial prestar atención a la fecha de caducidad indicada en el envase de cada producto cosmético para evitar este problema.
Para prevenir el acné cosmético, se recomienda agitar la base antes de aplicarla, incluso si es nueva. Además, la degradación de la eficacia del producto puede ser peligrosa, especialmente si la base contiene SPF y ya no proporciona la protección solar necesaria. Cualquier irritación en la piel después de usar una base puede ser una señal de que ha caducado, aunque también podría indicar que la piel ha desarrollado sensibilidad a ciertos ingredientes. Si experimentas irritación, siempre es recomendable consultar a un dermatólogo para obtener un diagnóstico adecuado y recibir el tratamiento necesario.
Rubor e iluminador
Los coloretes en polvo tienen una duración de alrededor de dos años cuando se mantienen en buenas condiciones. Por otro lado, el rubor en crema suele durar de 12 a 18 meses. Sonia Ferreiro destaca que los rubores, aunque se toquen con las manos, están diseñados para ser estables con este tipo de uso, siendo su Periodo Después de Abierto (PAO) el factor que principalmente afecta su durabilidad. Sin embargo, es fundamental asegurarse de que las manos o las brochas estén completamente limpias al tocarlos para evitar la contaminación bacteriana del producto. Dado que las bacterias no prosperan en ambientes secos, los coloretes en polvo tienden a durar más tiempo.
Para prolongar la vida útil de un colorete en polvo, se recomienda raspar suavemente la capa superior, ya que los aceites naturales de la piel pueden infiltrarse en el polvo a través de la brocha, formando una capa dura en la superficie.
Por otro lado, Valeria Zimmermann, maquilladora de Bigudí, explica que los rubores en crema, que requieren el uso de los dedos para aplicarse, deben ser desechados después de aproximadamente un año para evitar la introducción de bacterias en la piel. El uso de un colorete en crema que ha caducado puede causar irritación en la piel y obstrucción de los poros. Si se nota que el producto tiene una consistencia pastosa, es probable que haya llegado el momento de desecharlo. Para evitar esto, es importante cerrar adecuadamente el envase después de cada uso.
En el caso de los iluminadores, la duración es similar a la de los coloretes: los que son en polvo pueden durar hasta dos años, mientras que los líquidos suelen durar alrededor de un año. Se recomienda almacenarlos en un lugar fresco y seco para mantener su calidad por más tiempo.
Máscara de pestañas
Los expertos en maquillaje están de acuerdo en que lo óptimo es reemplazar la máscara de pestañas cada tres meses. Si se prolonga su uso más allá de este periodo, tiende a volverse grumosa y seca, lo que dificulta que el pigmento se adhiera adecuadamente a las pestañas y puede ocasionar que se desprenda y manche el rostro. Valeria Zimmermann destaca que las pestañas desempeñan un papel crucial en la protección de los ojos al evitar la entrada de contaminantes y partículas del medio ambiente. Cuando aplicamos la máscara y luego la sumergimos de nuevo en el tubo, cualquier residuo acumulado en ella puede ingresar al producto, lo que puede provocar irritaciones, ojos rojos e incluso lagrimeo.
Algunas señales reveladoras de que la máscara de pestañas ha caducado incluyen un olor extraño, una textura grumosa y la falta de durabilidad a lo largo del día. El aroma del producto suele ser un indicador confiable de su estado, ya que la degradación de los ingredientes o la contaminación pueden alterarlo. Además, Zimmermann advierte sobre los riesgos de compartir la máscara con otras personas, ya que esto podría provocar contaminación cruzada y aumentar el riesgo de irritaciones o infecciones oculares.
Delineado, corrector y sombra de ojos
En términos generales, los delineadores en lápiz pueden conservarse por más de un año después de haber sido abiertos, mientras que los delineadores en gel tienen una duración de seis meses a un año, y los delineadores líquidos de tres a seis meses. Mariona Vila destaca que los delineadores en lápiz, al ser anhidros, tienden a tener una vida útil más prolongada que los delineadores en gel, debido a la presencia de emolientes en estos últimos, que pueden afectar su estabilidad con el tiempo. Sin embargo, utilizar un delineador que ha caducado puede ser el desencadenante de problemas oculares como conjuntivitis, irritaciones, infecciones o incluso orzuelos.
Cuando un delineador comienza a perder su color, se seca o ya no cumple eficazmente su función, lo más recomendable es desecharlo. En el caso de las sombras de ojos, la situación es similar a la de los productos en polvo, aunque con ciertas diferencias. Las sombras en formato polvo suelen conservarse en buen estado durante aproximadamente un año, mientras que las sombras en barra tienen una vida útil de tres a seis meses. Vila aconseja renovarlas con regularidad, especialmente porque se aplican en la delicada piel de los ojos. Cuando una sombra ha caducado, suele descomponerse, cuartearse, perder su capacidad de fijación y presentar cambios en su aroma.
Asimismo, el corrector de ojeras puede mantenerse en buen estado hasta por un año, siempre y cuando se mantenga alejado de la luz solar directa y se evite el contacto con los dedos, ya que esto podría provocar la separación de los ingredientes. Si se detecta alguna señal de separación de los componentes del corrector, es indicio de que ha llegado el momento de desecharlo.
Lápiz y barra de labios
Los lápices labiales y las barras de labios tienen una vida útil de aproximadamente un año. Es crucial estar atento a cualquier cambio en la textura cuando se trata de productos labiales, ya que la piel de los labios es extremadamente delicada y propensa a la infección por bacterias. Miquel Bling, maquillador de You Glow Salon, advierte que si un producto cambia de color, puede ser un signo de que ha caducado debido a la descomposición del pigmento o la oxidación del producto después de estar expuesto repetidamente al ambiente exterior.
Cuando se percibe cualquier cambio en la textura de las barras de labios, como sequedad o pegajosidad, es recomendable reemplazarlas de inmediato para evitar posibles riesgos para la salud y garantizar un resultado óptimo al aplicar el maquillaje.
Esponjas de maquillaje
Las esponjas de maquillaje tienen una vida útil muy limitada, y los especialistas recomiendan reemplazarlas cada 30 días. Ina Rakas, de Real Techniques, enfatiza la importancia de cambiar la esponja mensualmente para evitar la acumulación de bacterias. Además, aconseja enjuagar la esponja con agua tibia después de cada uso para mantenerla lo más limpia posible.
Continuar utilizando la esponja más allá de este período recomendado puede aumentar el riesgo de irritaciones en la piel, erupciones e incluso infecciones, ya que las bacterias pueden proliferar en su superficie con el tiempo. Por lo tanto, es fundamental seguir estas pautas de higiene para garantizar una aplicación segura y efectiva del maquillaje.
Brochas de maquillaje
Aunque no hay una regla fija para el reemplazo de las brochas de maquillaje, es importante tener en cuenta que con el tiempo las cerdas tienden a desgastarse, lo que afecta su rendimiento. Silvia Quirós, asesora de Maiko, recomienda cambiar las brochas cuando pierdan su forma original, las cerdas estén desgastadas o comiencen a desprenderse debido al deterioro del pegamento.
Además, es crucial mantener las brochas limpias con regularidad, ya que pueden acumular bacterias al entrar en contacto con la piel y otros productos de maquillaje. La presencia de bacterias puede conducir a imperfecciones en la piel. Por lo tanto, para garantizar una aplicación óptima y una piel saludable, es importante mantener las brochas en buen estado y limpiarlas regularmente.
Renovar regularmente los productos, mantener la higiene adecuada y prestar atención a las señales de deterioro son pasos clave para garantizar una experiencia de maquillaje segura y efectiva.
Con información de: elpais.com