Ante las declaraciones del Papa Francisco respecto a su "disimulado" apoyo a favor de la unión civil entre personas del mismo sexo, expongo mi postura, a discreción.
Por Pablo Cristaldo
No es por la economía, ni por la falta de educación que un pueblo se pierde, sino por la falta de conocimiento de Dios. El Papa lanzó un comunicado a través del documental producido por el cineasta Evgeny Afineevsky titulado "Francesco", estrenado años atrás, donde en otras palabras el mismo deja a entrever su apoyo a las uniones civiles entre personas del mismo sexo. Obviamente muchos quisieron "defenderlo" diciendo que en realidad eso no fue lo que quiso decir, y yo me pregunto: ¿Es necesario "defenderlo" cuando lo que dijo "a priori" no es malo?, ¿con qué necesidad?. Si eso es lo que apoya, pues bien, no debería ser estrés alguno por parte de sus defensores, además de ser supuestamente el "sumo pontífice" absolutamente exento de errores y, por ende, una persona así no requiere defensa alguna ante alguna declaración polémica que atente contra el concepto conservador.
Ahora, lo más preocupante para mí es que la gran mayoría acepta sin filtros cualquier declaración del Papa, diciendo incluso que es "Palabra de Dios", y finalmente nadie se escandaliza, sino todo lo contrario, terminan apoyando y promoviendo dichas declaraciones. Bien ya lo decía el profeta Oseas cuando escribía lo recibido de parte de Dios: "Mi pueblo perece por falta de conocimiento"
Por consiguiente debo explicar del porqué los cristianos "perdemos" mucho tiempo argumentando en contra de la Agenda LGBTI (y otras agendas, no es la única) referente a la ideología de género y otras cuestiones similares, sin dejar de lado las ya frecuentes contestaciones contrarias como: "Ustedes no salen a ayudar a los pobres", "Roban diezmos", "Fomentan el odio", "No promueven la paz y no hacen nada ante las guerras", "Intolerantes", "Tienen a un dios de odio", etc. Debo advertirles que las mismas pocas personas que están promoviendo la Agenda LGBTI, son las mismas pocas personas que están promoviendo las pandemias, la pobreza extrema, las políticas de desigualdad, las guerras, pleitos entre hermanos, odio, racismo, maldad, entre otras aberraciones que sufrimos como sociedad, a fin de "mermar" la población mundial, disminuirla y hacerla más controlable, a menos que exista un método natural de procreación y mantenimiento "responsable" del número poblacional que ellos estén inventando y que aún no tengamos conocimiento.
Conviene decidir de qué lado estar en estos casos. Debemos tener en cuenta que más allá de las declaraciones del Papa, existe una agenda política que, lejos de protegernos, busca más bien coartar nuestras libertades, además de la censura en la que sistemáticamente somos sometidos los que disentimos con esta macabra agenda y sus pretensiones.
Hoy más que nunca debemos permanecer firmes. Hay muchas cosas en juego, y mientras tengamos sabor a sal, salemos. Mientras podamos reflejar, al menos, tenuemente la luz de Cristo, alumbremos. Evitemos que la sociedad se pudra en la perversión total ante la falta de sal conservante, evitemos que entre en la oscuridad total ante la falta de luz.