"Liberen a Nahuel Gallo o aténganse a las consecuencias": la dura respuesta del gobierno de Milei a la detención en Venezuela de un gendarme de Argentina.
Las relaciones entre Buenos Aires y Caracas se han deteriorado aún más tras la detención en Venezuela del gendarme argentino Nahuel Agustín Gallo, acusado de conspiración contra el gobierno de Nicolás Maduro. Según el ministro venezolano Diosdado Cabello, Gallo formaría parte de un plan terrorista, mientras que Argentina califica el hecho como un “secuestro”.
La ministra de Seguridad Pública, Patricia Bullrich, exigió la liberación inmediata de Gallo y desestimó las acusaciones, presentando documentos que demostrarían que el agente viajó únicamente para visitar a su esposa e hija, residentes en Venezuela.
La detención se suma a otros conflictos entre ambos países, incluyendo el asedio a la embajada argentina en Caracas, donde se refugian seis opositores venezolanos desde hace meses. Este caso es parte de una serie de arrestos de extranjeros acusados de espionaje y conspiración por el gobierno venezolano, lo que ha generado críticas internacionales por la supuesta estrategia de acumular “rehenes políticos”.
Hasta ahora, el paradero de Gallo no ha sido confirmado, aunque fuentes argentinas aseguran que está en una base de inteligencia en el estado Táchira. Su esposa ha pedido su liberación, defendiendo su integridad y negando cualquier vínculo con conspiraciones.
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