La corbata, es una prenda de vestir consistente en una tira de seda, algodón, lana u otra tela que se coloca alrededor del cuello y se anuda por delante con un lazo o nudo, dejando caer las puntas sobre el pecho.
Amada por pocos y odiada por muchos, lo cierto y lo concreto es que hasta el día de hoy no se han dejado de confeccionar y existen cientos diseños para el gusto de cada persona. Este complemento o accesorio es mayormente utilizado por los hombres y algunas mujeres.
"Los romanos llamaron vela foca a una forma de vela latina, que pendía del palo más alto a modo de banderín, y que tenía forma de corbata de color. De aquella vela pequeña derivó el foque o vela triangular que ondea sobre el bauprés. Su forma era exactamente igual que la de la corbata moderna, aunque acaso algo más ancha al final.
Los legionarios romanos utilizaron el focale, a modo de bufanda que enrollaban al cuello y dejaban caer nuez abajo en forma de corbatín, prenda funcional creada para evitar rozaduras en el cuello. El diseño de la corbata estaba hecho, sólo faltaba aplicarlo, ya que aquello no era utilizado como corbata, no lo era en cuanto al uso sino sólo en la forma. A aquella prenda utilitaria no tardó en descubrírsele un valor ornamental o decorativo. En cualquier caso, la corbata tiene origen militar.
En el año 1600, la utilizaban las tropas suecas, y hacia mediados de ese mismo siglo ya figuraba en el atuendo militar de uno de los regimientos de Luis XIV, de Francia: el regimiento croata. Era un simple pañuelo de color, liado al cuello con alguna gracia que ya en el siglo XVII, había alcanzado popularidad, estableciéndose incluso una ordenanza específica en la que se advertía que debía lucirse “bien ajustada, metida bajo la chupa o retorcida y metida en un ojal de la casaca”.
Se considera inventor de la corbata, tal y como hoy la conocemos, al rey Luis XV, de Francia en el siglo XVIII. Si bien el ejército croata la empleaba con un diseño más primitivo, la corbata moderna nació en Francia.
La corbata comenzó a utilizarse en la vida civil en Versalles (Francia), centro de la vida cortesana francesa. Fue Luis XV (el rey sol), quien creó la figura y cargo palaciego del portacorbatas, servidor regio cuyo cometido era anudar y desanudar al rey aquella prenda. El gusto regio convirtió su uso en moda, dada la capacidad que tenía la Corte para entronizar cualquier uso o prenda: lo que el rey o la reina se ponía, la Corte lo imitaba, y de la Corte pasaba a la sociedad civil y se apoderaba de sus usos la calle. Sobre todo destacó como distintivo y signo de pertenencia a un club, a una sociedad, a una clase determinada. Tanto se generalizó su uso que el italiano Esteban Demarelli daba en el París de 1804, cursillos de seis días a nueve francos la hora. ¿Qué enseñaba Demarelli?, nada menos que a hacer el nudo de la corbata a una clientela selecta. Corbatas de algodón, de seda, de lino, etc.
Se escribía tratados y libros acerca del arte de anudarse la corbata, y se convirtió en materia de polémica la preferencia del satén almidonado que mantenía enhiestas las melenudas cabezas ya que el cuello duro impedía que se ladeara o inclinara, actuando a modo de collarín ortopédico. En tiendas de Europa y América surgían comercios especializados. Los establecimientos Cardinal, de Nueva York, presumían de contar con mayor surtido, sólo vendían corbatas y todas costaban lo mismo, un dólar".
Fuente: curiosfera-historia.com