Aquí, una breve historia del origen y evolución de este elemento tan útil en nuestras vidas.
El primer vehículo autopropulsado documentado lo construyó el francés Nicholas-Joseph Cugnot entre 1769 y 1771. Era un automóvil de tres ruedas propulsado a vapor.
Pesaba cuatro toneladas y media, tenía ruedas de madera y llantas de hierro, y corría a tres kilómetros y medio por hora.
En este primer intento de Cugnot, el motor de vapor se apoyaba en los cigüeñales de un carro para cañones. El vehículo finalmente se estrelló, pero fue el origen de la historia del automóvil.
En 1774, George Watt construye una locomotora a vapor para carreteras, que puede marchar a diez kilómetros por hora.
Años después se desarrollaron un buen número de vehículos a vapor, incluso varias decenas de tipos de diligencias que eran operativas a mediados del siglo XIX.
En 1860, el belga Etienne Lenoir patenta en Francia el primer motor aplicado a un coche. En 1866, el alemán Gottlieb Daimler construye el primer automóvil con un motor de combustión interna.
Se presentó en la Exposición de París de 1867, aunque el primer intento de construir este tipo de motor lo había llevado a cabo el suizo Isaac de Rivaz en 1807.
El mismo Daimler conseguirá un motor más pequeño que permitió a Karl Benz diseñar un triciclo, que sería la base del primer coche de cuatro ruedas fabricado en 1893, y el primer carro de carreras en 1899.
En 1926 Benz se alió con la empresa de Daimler para dar lugar a Daimler-Benz, antecesora de Mercedes Benz.
En 1875, el escocés Robert W. Thompson inventa la rueda inflable, mejorada en 1888 por su compatriota, John Boyd Dunlop. En 1876 se impone el motor de gasolina de cuatro tiempos. En 1892, Henry Ford monta su primer coche, en 1908 lanza el Ford T y en 1913 pone en marcha la primera cadena de montaje que abarata los costes y vuelve populares los coches.
Fuente: curiosfera-historia.com
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