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¿Por qué debemos evitar tratar el acné de manera directa?

El acné es una afección cutánea frecuente que puede afectar a personas de todas las edades. Su principal causa radica en el exceso de sebo o grasa en la piel, lo que puede conducir a la obstrucción e infección de las glándulas sebáceas.

Imagen de Vanessa SG. / Pixabay.

Aunque muchas personas sienten la tentación de eliminar los granos mediante la extracción directa, los expertos en dermatología advierten sobre los riesgos asociados a esta práctica, que incluyen la posibilidad de generar infecciones adicionales y cicatrices permanentes.


Los especialistas subrayan los peligros de reventar los granos, una práctica común que puede provocar infecciones y dejar cicatrices permanentes. A pesar de la impaciencia y el deseo de deshacerse de ellos, la recomendación es dejar que la espinilla siga su curso natural, que generalmente dura aproximadamente una semana.


Jody Alpert Levine, dermatóloga y directora de dermatología en Plastic Surgery & Dermatology de Nueva York, destaca que la regla general es evitar reventar los granos para no interrumpir el proceso de curación natural de la piel y evitar complicaciones como cicatrices e infecciones.


Vishal Madan, del Wilmslow Hospital de Manchester, enfatiza que al apretar un grano, "se puede aumentar la infección y la inflamación", lo que desencadena potencialmente una propagación de la infección a otras zonas de la piel y puede dejar cicatrices.


Las cicatrices, a diferencia de los granos, son permanentes y marcan la piel mucho después de que el acné haya desaparecido. Por lo tanto, la paciencia se convierte en un componente esencial del proceso de curación del acné, y se recomienda la intervención de un dermatólogo cuando los problemas persisten.

Las glándulas sebáceas, presentes en todo el cuerpo, excepto en las palmas de las manos y las plantas de los pies, juegan un papel clave en este proceso. Situadas en la base de los folículos pilosos, lubrican la piel y el cabello, pero a veces se bloquean e infectan, lo que lleva a la formación de granos. Estos se forman cuando esas glándulas producen un exceso de sebo y se mezclan con bacterias, formando una pequeña bolsa bajo la piel.


La vida de una espinilla, según los dermatólogos, "se absorbe o estalla de manera espontánea cuando sea el momento apropiado".


La manipulación de granos y espinillas puede resultar en la dispersión de bacterias a otras áreas de la piel, lo que aumenta la posibilidad de inflamación y la aparición de lesiones que pueden derivar en cicatrices de larga duración.


Para prevenir estas complicaciones, es importante adoptar un enfoque adecuado de cuidado de la piel para tratar el acné. Esto incluye el lavado del rostro con agua tibia, el uso de productos especializados para controlar el exceso de sebo, la evitación de cosméticos que puedan agravar el problema y la elección de tratamientos como los peelings una vez que el acné esté bajo control.


Los dermatólogos enfatizan que el enfoque más efectivo para lidiar con el acné es tratar el problema de raíz, lo que a menudo implica un régimen de cuidado de la piel prescrito por un profesional. Productos como lavados faciales con peróxido de benzoilo, retinoides, adapaleno y otros tratamientos que incluyen ácido salicílico y ácido azelaico pueden ser efectivos para prevenir y tratar el acné sin necesidad de intervenciones dañinas.


Además, se aconseja una exposición solar moderada y protegida, así como tener cuidado durante el afeitado para no irritar las áreas afectadas por el acné. Es crucial también seleccionar productos cosméticos adecuados para la piel acneica.


Es esencial entender que eliminar los granos de forma directa puede desencadenar complicaciones en nuestra piel. Por ello, resulta fundamental recurrir a la orientación de un profesional de la salud para obtener un tratamiento adecuado y prevenir posibles consecuencias adversas.


Con información de: www.infobae.com


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