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¿Qué son los rayos globulares?

Es uno de los fenómenos naturales más conocidos, pero que pocos han visto. Por eso, durante mucho tiempo los científicos no se creían que realmente existieran.

Grabado mostrando un rayo globular entrando en la sala de estar de una casa a través de la chimenea. "The Aerial World" por el doctor G. Hartwig (Londres, 1886). / Vía Tiempo.

En 1960, se hizo público un estudio en la Segunda Reunión Anual de la División de Física del Plasma de la Sociedad Estadounidense de Física, donde se dijo que el 5% de la población mundial ha visto estos relámpagos en forma de bola; un porcentaje similar a la cantidad de gente que ha contemplado un rayo ordinario a corta distancia. Un aviso: en internet pueden verse muchas fotos de supuestos rayos en bola, aunque la verdad es que son fotografías sobreexpuestas de un relámpago. Es más, hay muchos expertos que dudan que el fenómeno en sí pueda fotografiarse.


Tenemos constancia histórica de que se llevan observando pequeñas bolas de luz brillante que se mueven sobre el suelo y luego se desvanecen desde el tiempo de los griegos. En general, lo podemos definir como una esfera luminosa de 1 a 25 centímetros de diámetro que aproximadamente luce como una lámpara incandescente de 20 vatios. Generalmente, aparece después de un rayo, casi siempre se mueve a una velocidad máxima de unos 10 km/h y flota a un metro del suelo. Lo más llamativo es que se mueve de forma errática, cambiando de dirección, y suele ir en sentido contrario a la brisa predominante. Dura en promedio unos 25 segundos, de forma que cuanto más grande es, más tiempo permanece. Por el contrario, cuanto más luminosa es, menos vive. Además, aquellas de color naranja y azul parece que duran más que el resto.


¿Cómo desaparecen? O se apagan silenciosamente o lo hacen con un pequeño estallido. Esto último sucede con más frecuencia en espacios abiertos, a veces, causando daños importantes. Es una explosión extraña porque afecta a aquellos objetos que sean conductores de la electricidad. Incluso, se han dado casos de cajas de conexiones eléctricas que han aparecido en medio de la calle. Eso sí, surgen donde menos te lo esperas, ya sea dentro de las casas o en el interior de aviones. Y más fascinante aún es que pasan a través de ventanas cerradas sin dañar el cristal. No producen calor, aunque hay observaciones de que el ambiente huele a ozono y a óxidos de nitrógeno, y parecen provocar energía estática en los receptores de radio.


Todo esto motiva preguntas que no tienen respuesta. Si es una esfera de plasma estable, estará caliente, pero entonces debería elevarse como un globo, y no lo hace. ¿Por qué se mueve? Mejor aún, ¿por qué lo suele hacer habitualmente contra el viento? ¿Cuál es la fuente de energía que mantiene esa luminosidad casi constante hasta que desaparece en lugar de lo que cabría esperar, que se fuera apagando lentamente conforme pasa el tiempo?


¿Por qué se produce?

Se han publicado cientos de artículos y varios libros en los que se discute el fenómeno, pero la mayoría de opiniones provocan más incógnitas que las que pretenden responder. Podemos contabilizar hasta unas veinte hipótesis explicativas, que van desde las más fantasiosas, que es un pedazo de antimateria, hasta las más enrevesadas, como que es una descarga luminosa impulsada por microondas y que se mueve a lo largo de las líneas de campo electromagnético creadas por el aire ionizado por las nubes de rayos donde se produce. ¿Y el resplandor? Se crearía porque las microondas quedan atrapadas dentro de una burbuja de plasma.


Otra dice que se alimentan del campo eléctrico asociado a las cargas eléctricas dispersas que hay en la tierra después de que caiga un rayo. También hay quien sugiere que son simplemente luz atrapada dentro de una burbuja de aire altamente comprimido. Y no podemos olvidarnos de la teoría que las explica como el resultado de sílice vaporizada, condensada en nanopartículas y empujada hacia arriba por una onda de choque de aire. Finalmente, tenemos la teoría del másesolitón para la que los rayos globulares al aire libre son causados por un máser atmosférico –análogo a un láser, pero en el rango de las microondas–. Pese a todos estos esfuerzos, el fenómeno atmosférico misterioso más antiguo conocido se resiste a que se le encuentre una explicación convincente.


Con información de: www.muyinteresante.es

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