Por Fátima Calderini En su mensaje de 1927 Eligio Ayala indicaba: “La educación es la condición de la evolución progresiva de la sociedad hacia las relaciones sociales más humanas. El germen de la actividad reflexiva, intelectual y moral, en una nación, es la escuela”. También decía: “La escuela pues es de importancia decisiva en el progreso social”. Ahora bien, la gran pregunta es: ¿De qué manera la educación está influyendo en nuestra sociedad paraguaya?
No es ningún secreto el descontento social en cuanto a la educación pública. Hemos visto escuelas en estados lamentables, docentes sin calificación profesional suficiente, burocracia de las instituciones a cargo, entre otras cosas más que obstaculizan el progreso económico y social del país. Las instituciones deberían ser aptas para los jóvenes y niños quienes son el futuro de esta nación. Paraguay es un país pobre en educación y necesita urgentemente de una reforma educativa.
El estadista y político liberal paraguayo, Eligio Ayala expresaba que poco importaba el número de inscriptos, si después la mayor parte desertan, olvidan lo poco que han aprendido, y de esa manera se entregan al vasallaje de la ignorancia y de los institutos.
El gobierno paraguayo debería de ser consciente de la importancia central de la educación para el futuro del país.
Vemos ejemplos de algunos países como Canadá, en donde los alumnos se destacan en matemáticas, lectura y ciencia. Su sistema educativo es gratuito y obligatorio hasta los 16 años. Corea del Sur, es otro país que se destaca en muchos aspectos, entre ellos la educación. Según el informe de PISA, los alumnos asiáticos logran mayor puntuación en matemáticas. En Corea del Sur la enseñanza es también gratuita y obligatoria a partir de los 7 hasta los 15 años. En Japón, los alumnos presentan niveles impactantes en matemáticas, lectura y ciencia. En cuanto a la estructura educativa, se da mayor concentración en la tecnología y la innovación. La educación finlandesa es muy conocida a nivel mundial por su gran eficacia. Los alumnos se destacan en ciencias, lectura y matemáticas. Los profesores son profesionales que cuentan con una gran reputación en la sociedad, y son bien remunerados.
Por otro lado, tenemos a un Paraguay que se encuentra entre los últimos lugares en pruebas cognitivas del mundo, con un sistema educativo obsoleto, de poco apego a los libros y de exigencias mínimas que producen paraguayos mal hablados, con poca o nula cultura general, idiotas en el sentido mas puro de la palabra, totalmente ajenos al ejercicio político, dejando dicha responsabilidad a una clase política mal intencionada y corrupta.
Las consecuencias de esta desidia educacional son realmente graves, teniendo en cuenta los tiempos en los que vivimos, donde la instrucción se vuelve crucial, no solamente para el sostén económico y la competencia, sino que también lo es para el autogobierno y el ejercicio de la libertad en mayor medida, actuando activamente en la dinámica política, donde se establecen los destinos del individuo y del país.
Si anhelamos un Paraguay mejor, las autoridades tienen la responsabilidad de garantizar una educación universal de calidad. Como decía Eligio Ayala: "Es preciso que todas las autoridades, toda la sociedad, cooperen en hacer que los grados superiores de las escuelas estén más repletos".
Para Ayala la función que desempeña la escuela es insustituible y es deber de las autoridades supervisar el funcionamiento y corregir las deficiencias (que por cierto son muchas), de la misma.
Los ciudadanos también desempeñan un papel importante para exigir al gobierno que inviertan y hagan efectivo el libre acceso a la educación. En Colombia, por ejemplo, la sociedad civil realizó una campaña en la que lograron llevar a las autoridades gubernamentales ante los tribunales, consiguiendo así el establecimiento de la educación gratuita y de calidad en las aulas colombianas.
Además, es preciso establecer políticas que permitan la competencia y el mejoramiento de la calidad educativa. Los concursos de oposición deben ser más exigentes para con los docentes y éstos, a su vez, deben buscar mayor instrucción de modo a ser más competentes y efectivos en sus métodos educativos. En lo que respecta al sistema, se podrían implementar los vouchers, que son vales emitidos por el Gobierno a favor de los ciudadanos, en el que cada tutor tenga la posibilidad de elegir la institución educativa que desee para sus hijos. Esto generaría sana competencia y permitiría optimizar los recursos del Estado en el financiamiento de lo que realmente es productivo en dicho sistema, además de incentivar a estas instituciones en el mejoramiento de las instalaciones, contenidos y remuneraciones.
Paraguay tiene un potencial gigantesco, y es menester comenzar ya mismo el proceso de potenciar nuestra educación y acelerar nuestro desarrollo nacional, honrando así la memoria de los patriotas de antaño, que soñaban con un Paraguay posible, más justo, más libre y mejor.
Comments