Para muchos el cocinar se ha convertido en todo un arte debido a la gran creatividad y habilidad que se puede plasmar en un plato. En la actualidad, no solo podemos encontrar diversión cocinando sino también , es mucho más fácil elaborarlos con los elementos innovadores que encontramos. En esta edición te presentamos más consejos super útiles que te pueden ayudar a cocinar de manera más sencilla y por supuesto, entretenida. ¡Pongámonos a trabajar!
Uno de los grandes temores en la cocina es que la comida se pegue a la sartén. Si bien no siempre es malo -hay que atreverse a rascar, como defiende el buen David de Jorge-, sí es muy molesto y puede llegar a destrozar un plato, por no hablar del incordio de fregarlas. La solución a estos males son las sartenes antiadherentes, uno de esos grandes inventos creados para hacernos la vida más fácil y con las que también es más sencillo cocinar de forma saludable.
Sin olvidarnos de las virtudes que tienen las de hierro fundido, un buen juego de sartenes antiadherentes nos ayudará a cocinar con menos esfuerzo, menos grasa y un menor riesgo de romper o quemar los alimentos. Es el utensilio perfecto para los más novatos que temen que los alimentos se peguen, para despistados o para los que tienen poco tiempo para cocinar y limpiar.
La revolución antiadherente llegó con el uso generalizado en la década de 1970 del politetrafluoroetileno, un polímero patentado décadas antes y que conocemos como teflón. Entre sus virtudes, además de ser antiadhrente, destaca el hecho de ser muy estable, inerte y resistir altísimas temperaturas. Son sartenes perfectamente seguras, más aún desde que casi todas las marcas dejaron de usar ácido perfluoroctanoico (PFOA) para adherir el teflón.
Muchos fabricantes han desarrollado además materiales específicos y tecnologías que mejoran el diseño y la efectividad de sus sartenes, potenciando tanto la capacidad antiadherente como su resistencia al uso. Eso sí, hay que mantenerlas correctamente, evitando rayarlas, los arañazos o las grietas. Para ello, nada mejor que cocinar con utensilios de madera, silicona o plástico resistente al calor, y jamás calentarlas vacías a alta temperatura.
Qué tener en cuenta antes de comprar una sartén antiadherente
Hay sartenes para salir del paso que nos costarán menos de 10€, pero si queremos ciertas garantías para un utensilio de uso diario, que nos ofrezca buena antiadherencia y no se estropee al año, tendremos que invertir un poco más. Según el presupuesto y las necesidades, podremos decantarnos por un modelo u otro. Lo que nunca se debe olvidar es usar los accesorios correctos con ellas para no dañarlas, así como lavarlas y guardarlas correctamente.
Compatibilidad con la placa de cocina. Si no es apta para nuestros fuegos, mal empezamos. La primera criba la haremos en función del tipo de placa que tengamos (gas, vitrocerámica, inducción...). Hoy día casi todos los fabriantes ofrecen la máxima versatilidad, pero aún hay modelos que no funcionan con fuegos concretos.
Tamaño. Guiarse por las indicaciones del número de comensales que pueda dar la marca suelen dar a error. Lo mejor es que nos fijemos en el diámetro total y también del interior o de superficie de cocinado, para saber el tamaño del fuego que necesitaremos, y de la cantidad de alimento que cabrá dentro.
Material antiadherente. Como mínimo debería incluir teflón de alta calidad, sin PFOA, mejor si está reforzado con materiales específicos como titanio o cuenta con garantías extra de cada fabricante. Otros antiadherentes como la cerámica suelen ser menos eficientes y menos resistentes con el uso.
Material de la sartén. Debajo de la superficie antiadherente las sartenes se fabrican con diferentes materiales, que pueden ser más resistentes, como el hierro fundido, aunque esa calidad también incrementará el peso. Es importante fijarse igualmente en el material del mango para asegurarnos de que no transmite el calor y se puede usar sin protección.
Resistencia a altas temperaturas. Cuanto más alta sea la temperatura máxima que admite, mejor. Deberíamos optar por una sartén que ofrezca buenas garantías hasta los 250ºC sobre el fuego o placa. Algunas marcas también permiten usarlas dentro del horno, pero, salvo que el mango sea de hierro, normalmente no son aptas para temperaturas tan altas.
Profundidad o altura. Depende del tipo de sartén y de su función. Si solo buscamos una sartén universal que sirva un poco para todo, nos bastará un modelo estándar de pocos centímetros de altura; las más profundas nos permitirán cocinar alimentos más gruesos y también salsas o guisos, arroces caldosos, legumbres, etc. Las extremadamente finas suelen ser más bién creperas.
Uso y función. En relación directa con el tamaño y su altura, la sartén podrá ser más o menos versátil en sus usos culinarios. Por lo general, una sartén estándar nos servirá para casi todo, pero las hay con diseños muy espefícicos que podrán interesarnos más o menos: la mencionada crepera, para tortillas de patatas, tipo wok, para freír, etc.
Distribución del calor. Algunas marcas cuentan con diseños o tecnologías específicas en el interior o en la base que mejoran la distribución del calor en toda su superficie, facilitando un cocinado más homogéneo, y ayudando a retener mejor la temperatura.
Ergonomía y diseño. Una sartén debe ser cómoda de usar cada día. Es un aspecto muy personal, pero en general conviene fijarse en que el fabricante ofrezca un mango ergonómico, con un material que permita sujetarla bien sin deslizamientos accidentales, y bien robusto para levantar la sartén llena de alimentos sin esfuerzo.
Facilidad de limpieza y almacenaje. ¿Es apta para el lavavajillas? ¿Se puede fregar fácilmente a mano? ¿Qué jabón o estropajo admite? No olvidemos nunca que la hora de la limpieza también afecta a nuestra rutina culinaria; cuanto menos esfuerzo suponga, mejor. También tendremos que disponer de un espacio adecuado para guardarlas protegidas.
Extras. Compementos como mangos separables -para usar en el horno, lavavajillas o almacenaje-, tapadera o agarraderas extraíbles de silicona pueden sumar puntos a la hora de decidirnos. Algunas sartenes incluyen otros pequeños accesorios como espátulas o protectores.
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